Muchos estudiantes acuden a hacer resúmenes de temas muy largos o muy complicados para poder estudiarlo, pero no siempre les resultan efectivos.
El resumen consiste básicamente en la reducción a términos breves y concisos de lo esencial de un asunto o materia.
Puede ocurrir que tengamos que resumir un texto literariamente defectuoso, aunque lleno de excelentes ideas.
La capacidad de resumir va ligada a la capacidad de comprender con precisión lo que se considera esencial.
Es el paso previo a todo análisis y comentario del texto, que nos garantiza la comprensión con exactitud de lo esencial de aquello que tenemos, posteriormente, que analizar o comentar.
Un resumen no es un esquema, ni un conjunto de notas ordenadas…
El resumen debe ser claro y bien redactado. Puede ocurrir que tengamos que resumir un texto literariamente defectuoso, aunque plagado de excelentes ideas. En ese caso debemos evitar contagiarnos de los defectos del texto cuando éste utiliza un castellano oscuro e incorrecto.
Cómo resumir
- Leer el texto tantas veces como sea necesario.
- Pensar en el texto e "integrarnos" a él, hasta estar seguros de haberlo comprendido.
- Discernir la importancia de cada elemento que figura en el texto.
- Elegir qué elementos debemos sacrificar y cuáles destacar.
- Por último expresar con nuestras propias palabras lo que hemos comprendido.
Cuestiones prácticas
- Hemos de plantearnos preguntas elementales en torno al texto:
- De qué se trata exactamente?
- Por qué se ha escrito? ¿Qué quiere explicarme el autor?
- Qué pone de relieve? ¿En qué insiste?
- Ya que el resumen no es un procedimiento mecánico requiere la presencia permanente de la imaginación y la inteligencia.
- Subrayar desde la primera lectura palabras y expresiones consideradas importantes, así como establecer divisiones en el texto o enlaces entre sus partes no es recomendado al estudiante. Si tales notas precipitadas fueran erróneas, lo que es muy probable, nos ocultarían el sentido real del texto en ulteriores lecturas.
- Es más efectivo y seguro leer antes el texto dos o tres veces con atención, sin subrayar ni anotar nada.
- A continuación, sin volver a mirar el texto, reflexionar sobre el mismo intentando expresar su idea central, su punto de partida, su encadenamiento lógico… escribiendo las conclusiones, si es necesario, en un papel distinto del que vamos a utilizar.
- Proceder a una nueva lectura del texto subrayando, en este caso, más que las ideas centrales (que ya hemos asimilado y no se nos olvidarán) aquellas ideas importantes que no deben ser excluidas del resumen, pero procurando no subrayar frases enteras a menos que lo consideremos indispensable, en cuyo caso debemos ponerlas entre comillas y subrayarlas.
- Si el texto es largo podemos realizar un esquema del mismo en un papel aparte, pero no sobre el mismo texto; hemos de recalcar la división y encadenamiento de sus partes.
- Si el texto es corto podemos iniciar la redacción del resumen directamente. Esto planteará problemas, sin duda, que deberemos resolver en el curso de la redacción misma.
- Hay que respetar la extensión máxima del resumen según las instrucciones recibidas (resumir en 10, 15 líneas).
- Recordemos, por último, que uno de los sentidos pedagógicos del resumen de un texto es habituarnos a comprender exactamente el pensamiento de otra persona.
Tomado de Educan.do
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