La idea
principal de un texto es la que resume de qué se trata todo el tema. Las ideas
principales pueden ser explícitas o implícitas.
Las ideas principales explícitas son las que pueden ser
ubicadas claramente en un texto, ya sea al comienzo, mitad o final del mismo.
Por ejemplo:
La ingeniería genética se basa en la modificación
provocada del patrimonio genético de un organismo, es decir, cambiando adrede la
información genética del individuo.
Hace veinte los la manipulación genética era tema de
cuentos de ciencia ficción, pero ahora es tan común que muchos de los productos
agrícolas que consumimos han sido manipulados de una u otra forma.
Hay muchísimas especies alteradas genéticamente que
sirven al hombre o son preparadas en la actualidad para hacerlo. En el campo
médico se encuentra la E. coli, que fue bombardeada con genes humanos de
insulina para obtener esta hormona con fines comerciales. También encontramos
aquí los cerdos transgénicos, a los que les incluyen genes humanos, como por
ejemplo los de nuestro sistema inmunológico, can la finalidad de obtener
órganos o tejidos para trasplantes (xenotrasplantes). También existen
prototipos de vacunas comestibles, pues genes contra la hepatitis B, el cólera
y la diarrea han sido incluidos en los genomas de varias plantas. En este
momento se trabaja en una vacuna contra el cáncer tipo linfoma, que se basaría
en una quimera de células de tumor de ratón y células de tumor de ser humano,
introducidas en las células de una planta de tabaco.
En el campo del agro, existen plantas de girasol
resistentes al moho, algodones resistentes a insectos, tomates que no se pudren
o arroces más nutritivos (arroz dorado, con una alta cantidad de vitamina A) y
están los maíces con dientes gigantes, o más nutritivos.
Como puedes observar, la idea que engloba todo lo
desarrollado en el texto se encuentra al inicio, y ha sido resaltado por medio
del resaltado.
Las ideas principales implícitas son más complicadas,
pues para encontrarla el lector debe abstraerla de la lectura de todo el material.
Como en la siguiente lectura:
¿Es el hombre de hoy menos hombre que hace medio siglo?
Si nos atenemos al recuento de espermatozoides, parece que sí. Esro es lo que
dicen desde mediados de la década de los setenta algunos estudios, que detectan
una disminución de 1% anual en la concentración de espermatozoides en el semen
y de 0,5% en su movilidad. Estos datos indicarían una merma en de la fertilidad
masculina que algunos relacionan con ciertos tóxicos ambientales. Pero otros
estudios concluyen que no existe tal crisis del espermatozoide y que en todo
caso se trata de una crisis de método científico. El asunto no está nada claro
para la ciencia, incapaz de explicar por qué los varones de Nueva York tienen
el doble de espermatozoides que los de Los Ángeles.
Al hablar de espermatozoides, los números no terminan de
cuadrar. Alguien- mujer y danesa, detectó en 1992 que había un agujero enorme
en la contabilidad de los espermatozoides del varón occidental- El déficit
encontrado no era menor: hablaba de muchos millones diarios, más de un billón
en toda una vida. Así que, desde entonces, cientos de equipos en todo el mundo
están echando sus propias cuentas y revisando las de los demás.
Datos discrepantes. ¿Dónde estamos hoy? Unos días, los
espermatozoides del hombre occidental están de capa caída y otros mantienen el
tipo. Depende del último estudio científico, que no es necesariamente el mejor
ni mucho menos el definitivo. Uno de los últimos, publicado en marzo en la
revista Fertility and Sterility,
concluye que, al menos en los estadounidenses, la calidad del semen no se ha
alterado en los últimos 50 años. “Todo en nuestro estudio indica que la
cantidad de espermatozoides del hombre medio no está cambiando”, afirma la
autoria del estudio, Rebecca Sokol, del hospital materoinfantil de la Universidad
del Sur de California, en Los Ángeles, Estados Unidos.
Como se puede observar, la idea
está “regada” en todo el texto, y sólo luego de leerlo podemos concluir que la
idea principal es que aunque hay una idea generalizada de que el número de
espermatozoides en el semen humano disminuye, no se tiene la certeza de ello.
Estudiar subrayando las ideas
principales de los libros para algunas personas funciona porque son visuales,
pero tienen que desarrollar su capacidad de redacción para completar lo
estudiado al momento de una evaluación.
La capacidad de identificar las
ideas principales se desarrolla sólo con la práctica, y requiere mucho sentido
común. Es común acompañar esta técnica con las notas al margen. También pueden resaltarse sólo palabras clave.
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